Actos voluntarios
Mover la cabeza hacia el lugar de donde produce un sonido es un acto voluntario. Todos los actos voluntarios, el más sencillo al más complejo, los realizamos bajo el control del cerebro.El estímulo recogido por el receptor, en este caso los oídos, se transmite por los nervios sensitivos hasta llegar al cerebro, donde se analiza y se elabora una respuesta, como por ejemplo volver la cabeza. La respuesta elaborada es enviada, en forma de impulsos nerviosos, desde el cerebro a través de los nervios motores a los músculos (efectores), quienes mueven la cabeza.
En un acto voluntario la respuesta es voluntaria y consciente. La elaboración de la respuesta se realiza en el cerebro.
Actos reflejos
Cuando retiramos la mano al pincharnos, estamos realizando un acto reflejo. Este tipo de actos no dependen de la voluntad, por lo que las respuestas que producen son involuntarias y no se controlan.En un acto reflejo no interviene el cerebro, por lo que el recorrido del impulso nervioso es mucho más corto, y la respuesta es mucho más rápida.
La respuesta del organismo ante un estímulo en un acto reflejo es involuntaria, y el centro nervioso que interviene en la elaboración de la respuesta es la médula espinal.
Los actos reflejos se llevan a cabo mediante una estructura nerviosa llamada arco reflejo, en el que intervienen los siguientes elementos:
·Un receptor, que capta el estímulo (por ejemplo, la piel, que recibe el pinchazo).
·Una neurona sensitiva, que lleva el impulso nervioso desde el receptor hacia la médula espinal.
·Una neurona de asociación, situada en la médula, que pone en contacto la neurona sensitiva con la motora.
·Una neurona motora, que conduce la respuesta hasta el efector.
·Un efector (músculo), que realiza el movimiento dando una respuesta (el músculo se contrae y retira el brazo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario